RESEÑA
Roma y su civilización se extendió a partir del siglo III a. C cómo una mancha de aceite, por toda la cuenca mediterránea, traspasando con ímpetu y la presencia de sus armas, el saber a tierras diversas, donde tras su conquista, establece su dominio y a la vez que lega una forma de vida civilizada.
Roma instituyo a través de la Constitución Antoniniana del Emperador Caracalla en el 212 dC, la ciudadanía romana a todas las gentes de su vasto Imperio.
Una vez sometida Hispania por la fuerza de las armas y conseguida la pax romana desde la era de Augusto, es en el año 169 a.C, cuando el pretor Claudio Marcelo funda una colonia romana, en la actual Córdoba, que significa “lugar de oro”, en lengua hebrea y punica y el lugar se convertiría en “Colonia Patricia”
Es Córdoba, aquella villa romana que imprime una personalidad propia a una serie de villas que tras los asentamientos humanos, se empiezan a desarrollar en la vega del río Guadalquivir, constituyendo entre sus márgenes una amplia zona al que pertenecen esto lugares de interés, que se desarrollan en esta sencilla exposición.
Tras la ocupación árabe de Córdoba a finales del 711 por las tropas mandadas por Mugeriz El Rumi, donde se produce un cambio radical respecto a la economía y a la organización social.
Cinco años más tarde, seria el Emir Al-Horr quien la convertiría en capital de la Hispania musulmana.
Este es el motivo de esta obra, que el título:”La huella Omeya en Al-Ándalus”. España debe despertar de este largo período de letargo que ha transcurrido desde el 1492 hasta nuestros días y recuperar esa identidad que ha estado aletargada durante un largo periodo de tiempo,injustificado por razones religiosas espureas y recuperar parte desea identidad anímica que es consustancial con nuestra persona. A través de una serie de medidas España debe retornar al destino que Dios le ha encomendado, sin renunciar a sí misma y a la responsabilidad atribuida por su riqueza multicultural y ser árbitro o sujeto mediador para el entendimiento entre Oriente y Occidente. Vamos a recordar la historia pasada.
En el año 750d.C, los Abbasies (descendientes de Abbas, tío del profeta Mahoma<<la paz sea con Él>>) se implantan en Bagdad, y se hacen con el poder del imperio islámico.
Esta dinastía se prolongarán más de 500 años, se inicia con Al-Saffah, que declara la guerra a los Omeyas, a los que considera sus enemigos, y termina exterminando al resto de la familia gobernante, incluido Abd al-Wahid, miembro más viejo de la familia.
Afortunadamente se salva de la matanza Abderramán, nieto de un Califa Omeya, que había permanecido en una granja del río Eúfrates, junto a su hermano menor.
Cuando vieron llegar los estandartes negros de los Abbasies, intentaron huir por el río.
Su hermano pequeño se dejó llevar por gritos de los soldados y regresó a la orilla, donde fue decapitado.
Durante cinco años, Abderramán anduvo vagando por todo Palestina, Egipto y el norte de África, siempre en guardia contra los espías Abbasies.
En el año 755d.C llega a Ceuta, donde unos beréberes, parientes de su madre, le ofrecieron protección.
Desde allí trabó contacto con los árabes del Al-Andalus, muchos de los cuales procedían de Siria, al igual que él, y eran seguidores de los Omeyas, y, aceptando su ayuda, se lanzó a la conquista del poder en España.
Abderramán ben Moavia, el único superviviente de la dinastía Omeya asesinada en Damasco, huyendo de la matanza desencadenada contra su familia, desembarca en el puerto andaluz de Almuñécar el día 14 de agosto del año 755d.C, buscando apoyos entre los muladíes de la Península para restaurar la dinastía Omeya en Andalucía.
Abderramán I entró en Córdoba a principios del año siguiente, y se convierte en el primer emir Omeya independiente (756-788d.C), proclamando Al-Andalus como Emirato independiente, siendo la primera provincia que se segrega políticamente del califato de Oriente, del que sólo depende en materia religiosa.
Abderramán reorganizó el país, sujetando a los rebeldes partidarios de los abbasidas, evitando la Fitna equivalente a la Guerra Civil e intenta fundir en un solo pueblo los diversos elementos raciales, religiosos y culturales que conformaban la sociedad del Al-Andalus, compuesta por árabes, sirios, beréberes, muladíes o cristianos renegados, mozárabes o cristianos que conservaban sus creencias y judíos
No olvidemos que el siglo VIII, fue decisivo para la difusión del Islam, tras la revelación divina al Profeta ,Mahoma,”la paz sea con Él” como mensajero de Dios, siendo también elegida Hispania,luego Al-Ándalus, como lugar para difundir la nueva semilla, que se estaba propagando en el mundo entero.
El tratado recoge en su primera parte,la fundación de Al-Ándalus y su identidad, donde se exponen los pilares fundamentales de la nueva civilización, con la descripción de cómo era el núcleo urbano o Medina, su distribución en dos areas,la residencial y la comercial o Zoco, con variedad de productos, su control por la autoridad o almotacén para evitar irregularidades o fraudes, así como el lugar sagrado de la oración o Mezquita y la diversas costumbres del mundo islámico.
Posteriormente se expone la relación abreviada de ciudades o villas que forman el alfoz del nuevo Emirato después Califato, y luego tras la desintegración de éste,la fundación de los reinos taifas, las invasiones africanas de los almorávides y almohades y como consecuencia de la derrota musulmana de los almohades por las tropas cristianas del rey de Castilla, Alfonso VIII en las Navas de Tolosa, en el inicio de Sierra Morena, seria concluida finalmente por el rey Fernando III, El Santo y su hijo Alfonso X, El Sabio, manteniéndose únicamente el reino nazari de Granada.
El alfoz lo constituye,Córdoba, Algeciras–Medina Sidonia–Sevilla–Carmona–Écija–Zuheros–Carcabuey–Priego de Córdoba–Alcalá la Real–Almuñécar-Granada.
Esta exposición tiene como objetivo principal de dar a conocer al lector, un conocimiento más completo de las peculiaridades del alfoz cordobes, con la descripción de una serie de villas donde se desarrolla, su historia, arte y tradiciones y cómo objetivo secundario, el despertar el interés del viajero por visitar estos lugares turísticos con la finalidad de realizar un paseo cultural por evocadores lugares, cuna de las civilizaciones pasadas.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti.