RESEÑA
Un nuevo título os vengó ofrecer en mí continuada trayectoria sobre la civilización islámica al que tituló “En busca de la huella de Al-Jatib en Al-Ándalus”.
Mi propósito es que sea una loa a Al-Ándalus como civilización modélica que irradio con luz propia tanto para Occidente como para Oriente, siendo una zona de tierra de encuentros, de cruces culturales y mestizajes olvidada por Europa y en el recuerdo del universo musulmán.
Este libro lo he tratado de estructurar en varias partes, haciendo un recorrido por diversos aspectos que finalmente aunando todas partes en un todo, sintetizan la justificación del título sobre En busca de la huella de Al-Jatib en Al-Ándalus..
Primeramente se desarrolla la presencia musulmana en Hispania y el establecimiento del Emirato dependiente de Damasco por Muza seguido por su hijo Abd-el-Aziz y sus sucesores hasta la venida de Abd-el-Rahman ben Moawia, el único superviviente de la dinastía Omeya asesinada en Damasco que pudo escapar desembarcando en el puerto andalusí de Almuñécar en el año 755 d. C. buscando apoyos de los muladíes de la Península para restaurar la monarquía omeya en Al-Ándalus.
Otro miembro destacado de la familia fue Abd-el-Rahman II, Emir de Córdoba en la primera mitad del siglo IX, que fue un hombre modélico como estadista, mecenas de su tiempo como protector de las artes y de la cultura y sobre todo piadoso de Dios por su gran humanidad en todos los aspectos de la vida, “apóstol de los pobres” y de los desvalidos y temeroso de Dios en sus decisiones con los demás.
Durante su mandato elevo la importancia y la civilización árabe en Al-Ándalus como Estado independiente y como reino. Inicia la llamada Edad de Oro del Islam cuando el territorio se extendía desde Hispania a China entre los siglos VIII y XV y convivían en su seno en un ambiente de libertad y respeto mutuo católicos, arrianos, nestórianos, monofositas, coptos, judíos, budistas, zoroastrianos maniqueos e hinduistas cuyas creencias y tradiciones eran garantizadas por el Estatuto Ahl al-Dhimma que significa “La Gente del Pacto”.
Esta dinastía alumbrara a otro de sus miembros Abd-el-Rahman III (912-961 d.C) hombre providencial que puso fin a las perturbaciones originadas por los gobiernos anteriores; redujo a la obediencia a los disidentes muladies, pacífico sus territorios y reafirmó su autoridad proclamándose Califa en el año 929 d. C.
Este momento sería la culminación de su programa de gobierno en el que se acumula sobre su persona el supremo poder político y religioso extendiendo su prestigio más allá del propio Al-Ándalus, logrando que el norte de África sea reconocida su soberanía y que los reinos cristianos aceptaran su Protectorado sometiendo al vasallaje a León, Navarra, Castilla y Barcelona.
Córdoba se transforma en el centro y cerebro del Imperio, admirada desde todos los reinos occidentales y rivalizando en su riqueza cultural y artística con la oriental Bagdad.
Posteriormente desarrolló la estructura social de Al-Ándalus, la economía, la fiscalidad y describo la capital del Califato, Córdoba su vida cotidiana, usos y costumbres.
Esta Ruta se desplaza por el recorrido que realizó Ibn al-Jatib, último gran polígrafo de la España musulmana, que nació en Loja(Granada) en 1313 y murió en Fez en 1375.
La Ruta de Ibn al-Jatib destaca por su importancia histórica y los restos árabes que aún hoy se conservan en poblaciones como Lorca, Vélez Rubio, Albox, Baza y Guadix.
El viajero encontrará paisajes de gran belleza en la sierra de María situada al norte de Vélez Rubio y Vélez Blanco, donde los aficionados al parapente y al ala-delta cuentan con altos escarpes y el Parque Natural de la Sierra de Huétor, cuyas cumbres son los más hermosos miradores a Sierra Nevada.
Durante el recorrido de la Ruta, podran contemplarse excelentes trabajos de oficios artesanos de especialidades como forja, alfarería o instrumentos musicales.
Esta ruta, que va desde Murcia hasta Granada, pasando por Almería, y donde se reconocen la influencia murciana en Andalucía y de Andalucía en Murcia, expone paisajes sembrados de pequeños pueblos que revelan su pasado andalusí a través de un sistema de riego por acequias, restos de una alcazaba, artesonado de una iglesia,o un trazado intrincado en el caso urbano o en las costumbres gastronómicas.
Ibn al-Jatib relató esta ruta que emprendió en 1347, junto al rey Yusuf I de Granada visitando Murcia-Alcantarilla-Librilla-Alhama de Murcia–Totana-Aledo-Lorca-Puerto Lumbreras-Vélez Rubio-Vélez Blanco-María-Puebla de Don Fadrique-Huéscar-Castril-Galera-Orce-Cúllar-Huércal Overa-Arboleas-Albox-Cantoria-Fines-Olula del Río-Macael-Purchena-Tíjola-Serón-Caniles-Baza-Gor-Guadix-Purullena-Lopera-Diezma-Huétor Santillán-Granada.
El objetivo de este viaje era comprobar e inspeccionar las propias defensas de la frontera oriental del reino granadino y para verificar su objeto, atravesaron regiones accidentadas, montañas y desfiladeros y contemplaron la belleza del paisaje de lo que hoy son Parques Naturales, formados por pinares y encinas, robles y arces, y que albergan especies animales como águilas, halcones, zorros, cabras monteses o tejones.
Otros aspectos que resaltare es el legado cultural de Al-Ándalus con el esplendor de las letras y las artes por el fomento propiciado por los Emires y Califas de Córdoba, cuyo resurgimiento cultural posicionó a ésta ciudad como un foco de esplendor cultural que rivalizaba con Bagdad y Constantinopla.
También en Oriente se produjo un renacimiento cultural islámico en el período comprendido entre el siglo VIII hasta el siglo XIII, aunque algunos autores lo extienden hasta el siglo XIV o XV donde se desarrollan todas las ramas del saber en los distintos campos, con nuevas invenciones e innovaciones propias del pensar humano.
Mi intención en la publicación de esta obra e realizar una síntesis de todos los hechos y realidades más relevantes de lo que representó Al-Ándalus, una civilización que estuvo vigente en España desde el siglo VIII hasta el siglo XV admirada, envidiada y rivalizada por otras coetáneas en su tiempo y actualmente en el recuerdo permanente en el Oriente musulmán.
Fdo: Julio Reyes “Al-Mayriti”.